viernes, 4 de enero de 2008

LA INVESTIGACIÓN EDUCACIONAL, LA UNIVERSIDAD Y LOS PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN


La Universidad tiene una función social trascendente en la sociedad, siempre lo ha tenido. Sin embargo está función, si no carece de una difusión que demuestre los resultados e impactos sociales, sentimos que no ha tenido los resultados que la sociedad esperaba, por lo menos en los años de los que puedo de manera particular dar cuenta como miembro de esta sociedad.

La Universidad se constituye en el motor del progreso y del mundo científico que permite abrir posibilidades y los campos de acción, posibilidades para que cada sociedad, de acuerdo a sus proyectos de desarrollo, se apropie y utilice.

La realidad actual nos muestra un mercado saturado de las opciones profesionales que desde décadas vienen plantendose desde el currículo autónomo de la universidad. Son pocas las que se arriesgaron a hacer frente a la sociedad veriginosamente cambiante y propusieron alternativas de desarrollo personal, profesional y social que permitan hacer frente a este mundo (me refieron a las nuevas opicones profesionales que se ofertan en el mercado). Sólo por poner un ejemplo: en el campo educacional, el mercado muestra que existe sobre oferta de profesionales en educación en algunas carreras, sobre todo en el nivel primario, pero somos testigos de como algunas universidades vienen ofertando tal carrera. Entonces me pregunto, si nuestras Alma Mater, están cumpliendo su rol investigador, en lo que se refiere a un estudio del mercado (oferta y demanda) de las opciones profesionales que ofrecen; o es que este rol ha sido desplazado por el afan de convertir a las prestigiosas universidades en un centro de formaciòn de profesionales en serie que lo único que tenga como prioridad no es el desarrollo social sino el mayor número de alumnos que se pueda captar.

Y con esto no pretendo responsabilizar a la Universidad de la situación actual del desarrollo de las sociedades, pues es todo el sistema educativo el que debe de todas maneras entrar en una verdadera reforma educacional, que abraque a todos los niveles e instituciones, dejando de lado las dependencia y las autonomías de una u otra institución.

Y respecto a la investigación, soy de la opinión que si bien cada uno de los paradigmas vigentes y más o menos atendidos por los investigadores, han dado valiosos aportes a los diferentes campos del conocimiento, la sociedad nos plantea respuestas concretas a los problemas del contexto.

Cuando en las tres primeras décadas del siglo XX se origina una revolución de conceptos en el campo de la física, se comprueba que las propias ideas de la física no eran sostenibles ni siquiera para ella. Ya Heisenberg, introducía el principio de indeterminación o e incertidumbre, por el que afirmaba que el observador afecta y cambia la realidad de estudio, acabando de esta manera con el principio de causalidad. Afirmaba tambien que lo que nosostros observamos no es la naturaleza misma, sino lo que nosotros queremos observar. Mencionao estos datos, ya que mi tendencia personal es ver a la investigación como un proceso de transformación de la relaidad para lograr el desarrollo social, desde los diferentes campos donde no correponda actuar. A los docentes nos corresponderá actuar desde el campo educativo y a la universidad desde sus facultades de educación y especialidades también.

Ello significa que la Universidad debe actuar de manera más evidente desde el punto de vista social (impacto) a partir de los diferentes paradigmas, y principalmente a partir del pospositivista y sociocrítico. Ello quiere decir, que no se debe quedar en la producción de conocimientos, sino que debe fortalecer la aplicación y utilización de los mismos para la transformación de las realidades. A ello se debe agregar que el conocimiento científico no debe ser considerado como el único conocimiento válido, por lo que la etnografía es una fuente rica en conocimientos no cientificos pero que también tienen validez e importancia en determinadas (por no decir todas) las realidades.

El paradigma socio critico constituye para mi una de las opciones prácticas y más útiles de la investigación, por plantear alternativas concretas a los diferentes problemas, para nuestro caso, del campo educativo.

En las Instituciones Educactivas del nivel básico y superior, encontramos diversidad en alumnos, docentes, metodologías, ritmos y estilos de aprendizaje , pero también encontramos problemas diversos. En consecuenia la investigación debe convertirse en la herramienta en que debe ser formado todo alumno de pedagogía, a partir de un docente que practique la investigación, de lo contrario caeríamos en la teorización de la investigación.
No puede ser calificada una universidad como una institución que impulsa la investigación con docentes teóricos de la investigación, el paradigma pospositivista o interpretativo y el sociocrítico lo exige así. Un docente debe involucrarse con sus investigados, comprender la realidad y ser un investigado más.
Por otro lado, se debe cuidar de no caer en el extremo de la praxis, no hay praxis sin teoría, tampoco debe aislarase la teoría de la práctica. Los productos de la investigación deben ser trascendentes. Las rescendencia traspasa el tiempo y el espacio. No se debe caer en el simplismo y el facilismo de una práctica de investigacoión que soluciones "problemitas" con acciones irrelevantes que más que intentar disminuir las causa del problema, pretenda "atacar" solamente una manifestación de este.
Le toca pues a la Universidad impulsar de manera impaxctante la investigación para que la sociedad identifique y sea testigo presencial de la investigación, manifiesta en el progreso, desarrollo y avance que de verdad traiga mejorar en los diferentes campos y contextos. Nos toca a nosotros los maestros ser investigadores para impulsar la imvestigación y enseñar a investigar. ¿Cuántos aceptamos el reto?